domingo, 1 de febrero de 2009

DANZAS CAPORALES JENECHERU

Por la década de los 70, un grupo de jóvenes hace una primera presentación al publico en la fiesta de Jesús del Gran Poder. La danza de los caporales decide tomar un grupo de danzantes CAPORALES, separándose de la Saya y el Tunduqui; aportando de esta manera nace una nueva expresión al Folklore Boliviano. En ese tiempo, la vestimenta del Caporal eran las guaracheras cubanas, un pantalón ancho parecido al estilo del gaucho argentino, el sonido de los cascabeles en las botas, sombrero de paja y tenian en una mano el latigo y en la otra una mascara de negro. Posterirmente, los trajes de los caporales han sido modificados hasta finalmente llegar a un uniforme que adoptaron todos los grupos y fraternidades de esta danza.

En cuestion de la Musica, este tambien tuvo sus cambios. A los comienzos de esta nueva danza, los caporales bailaban el ritmo de la TUNTUNA, la cual es musica andina originada en la danza afroyungueña Tundiqui. Al final se llego a componer un huayno con ritmo de SAYA, que es otro ritmo afroyungueno.

La danza de los Caporales representa a el hombre mulato en el tiempo de la colonia, El Caporal ( capataz ) al sentirse el preferido por su patron, hace que su presencia sea temida por el pueblo de piel oscura en las plantaciones Yungueñas y en los obrajes. Controla la produccion de los Citricos y cocales en la zona de Los Yungas. Con latigo en mano martiriza a peones negros sometidos a estar encadenados, siendo estas las que producen esos sonidos acompasados.

El Viceministerio de la Cultura señala que "sobre los caporales existen varios estudios especializados. Lo evidente es que la danza aproximó a la ciudad aymaro-mestiza con el otro lado: la ciudad de la pequeña e incipiente burguesía. Las contradicciones no dejan de estar presentes. De origen netamente aymaro-mestizo-urbano, los Caporales pasaron de Chivín (zona del Gran Poder) a asentarse en los barrios de clase media y las residenciales de la zona sur. Nada niega su importancia en el proceso de reconocimiento histórico y cultural ocurrido en la década de 1970 y que fortaleció la identidad de la urbanidad accidental del país.

Otras investigaciones identifican un simbolismo erótico y una superposición de géneros y poder. Bolivia atravesó entre los años sesenta y setenta un período de gobiernos de facto que negaron libertad política al pueblo; el Caporal en tiempos de la colonia era quien decidía la suerte de los negros de la barraca, igual papel le cupo jugar al militar boliviano durante las dictaduras; la agilidad de los varones, sus saltos acrobáticos, sus patadas al aire, sus gritos, podrían ser parte de un lenguaje machista. Mientras la mujer de los Caporales estaría descubriendo su cuerpo a la vista de una ciudad arropada no sólo por el frío andino, sino también por preconceptos".

La danza de los Caporales hoy en día es el favorito entre la juventud de todas la clases sociales. Esta danza es bailada tanto por jóvenes de zonas residenciales como por migrantes aymaras residentes en los barrios más populares de la ciudad

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